Amigos del thinking

viernes, 29 de abril de 2011

Desplome del dólar enmascara la caída del euro y el yen


29 de abril de 2011 04:00
by Marco Antonio Moreno

Desplome del dólar enmascara la caída del euro y el yen

Dollar and Gold

El desplome de la principal divisa mundial enmascara también la destrucción del euro y el yen dado que el sistema financiero internacional descansa en estas tres divisas hoy asociadas a economías profundamente debilitadas por la crisis. Este fenómeno tiene su origen en el caos desatado por el quiebre de Bretton Woods, único mecanismo de defensa sanamente juicioso ideado para contrarrestar los vaivenes del comercio. Y si ésto lo condimentamos con los fraudes y abusos de un sistema financiero que lejos de servir a la economía se sirvió a sí mismo, tenemos la tormenta perfecta que hoy vivimos y que amenaza con un tsunami devastador.

Desde los años 70, y sobretodo desde los años 80 gracias al golpe financiero de Ronald Reagan, el sistema se hizo cada vez más fraudulento y corrupto aprovechando las ventajas del dólar como divisa universal. Gran parte de lo creado fue producto de la burbuja especulativa amparada en la hegemonía del dólar y cuya característica fue la destrucción del empleo real y bien remunerado, a cambio de trabajo precario y mal remunerado. Estas son las causas materiales de la crisis, que sólo generaron ganancias a los lobbistas y manipuladores del sistema, y también a quienes supieron surfear aprovechando las corrientes de los tiempos. Todo eso se hunde en la historia y lo que hoy tenemos es el declive imparable del dólar y las otras divisas que también se ampararon en la usura y el pillaje.

Ahora todo el mundo habla del alza del oro y se anticipa que muy pronto los 35 gramos del metal amarillo alcanzarán los 2.000 dólares. La gráfica muestra el camino inverso que han tenido las cotizaciones del dólar y el oro en los últimos 20 años, con una tendencia aún más marcada en los útimos quince años. Cada declive del dólar (color verde) ha llevado aparejado un aumento del oro (color amarillo). Nótese la volatilidad del dólar desde mediados del 2008 en adelante, frente a la fortaleza del oro que ha mantenido su tendencia creciente desde mediados de los 90, justo cuando nace la burbuja inmobiliaria.

La volatilidad del dólar en los últimos tres años se explica porque esta divisa se mide en relación a otras monedas que también suben y bajan en términos reales como el euro y el yen nipón. La existencia de una divisa mundial débil enmascara la caída del euro y el yen potenciando el colapso monetario y el derrumbe definitivo de un sistema económico basado en la deuda, y que asociado a la corrupción y los fraudes, destruyó la economia mundial.

Las consecuencias de este desplome del dolar ha sido que los bancos centrales comienzan a deshacerse de los dólares que fueron obligados a atesorar por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial durante décadas. Se calcula que hoy existe una cantidad de dólares entre 40 a 50 veces el valor real de toda la economía mundial, lo que ayuda a comprender la magnitud del derrumbe que vendrá cuando se deje de comerciar en dólares.

Si durante años la solidez del dólar se sustentó tanto en la potencialidad económica de Estados Unidos como en su potencialidad militar, hay que reconocer que desde la guerra de Vietnam Estados Unidos sólo ha conocido fracasos cada vez más estruendosos. Los malos resultados en Irak con un costo diario de 300 milllones de dólares han significado también la bancarrota para los países que se sumaron a esta aventura. El actual derrumbe del dolar puede ser imparable y por algo Marc Faber señala que "el valor futuro del dólar será igual a cero", algo advertido hace tres años en La insoportable levedad del dólar y Las finanzas modernas y el derrumbe del dolar.

En El Blog Salmón | Las grietas del sistema financiero, Cómo Wall Street destruyó a la economía mundial






lunes, 11 de abril de 2011

Democracia directa



Tu voto no cuenta; tu tuiteo, sí. La democracia se vive en tiempo real, directa, sin filtros ni más reglas que la opinión a golpe de teclado. 140 caracteres para controlar al poder. Política instantánea desde el móvil y el ordenador. Los viejos poderes –partidos, políticos, medios de comunicación- han sufrido la semana pasada el control ciudadano desde los nuevos espacios públicos creados por las herramientas digitales. Ahora están obligados a estar atentos. La partitocracia y los poderes oyen la voz ciudadana con tanta inmediatez y fuerza que resulta difícil no hacer caso. La política está en las redes, y con ella crece el poder de una pequeña élite digital con influencia en el resto de los usuarios.

Una invasión de protestas inundó la presentación de la campaña electoral del PSOE en las redes sociales, su etiqueta #psoered se convirtió en grito contra el gobierno. Los eurodiputados comodones sufrieron las iras y el repudio de los ciudadanos al negarse a viajar en turista en los incómodos aviones sufridos por la mayoría, #eurodiputadoscaraduras fue su condena en Twitter. Pedro J. Ramírez, el poderoso director de El Mundo ante el que muchos se arrugan, tuvo que disculparse por una columna de Salvador Sostres en la que se justificaba la violencia machista. Con#manivictimas los objetivos de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo se debatieron durante su manifestación del sábado con quienes reprochan sus acusaciones al gobierno. Y el domingo Twitter reunió apoyos a la consulta independentista de #bcndecideix.

Es la democracia del trending topic, como se denominan las etiquetas más utilizadas en la red social, usadas para agrupar los tuiteos sobre un mismo tema. Meter un término entre los diez más populares amplifica su difusión e influencia. Lograr ese objetivo es la obsesión de todo ciberactivista con causa.

"Cuando cambiamos la forma en la que nos comunicamos, cambia la sociedad", dice Clay Shirky en su libro Here Comes Everybody (2008). Empieza a ser verdad. Con la expansión de las redes sociales e internet en los móviles, el activismo social y político es más fácil. Ya lo anunció Howard Rheingold, el profeta de las multitudes inteligentes: cuando la gente usa la tecnología para conectarse en tiempo real, su poder se multiplica. En los medios y la democracia tradicional el poder se concentra en los que mandan, en la ciberdemocracia todos podemos ser líderes: diseña un buen trending topic y lo convertirás en un movimiento.

Los internautas han practicado a fondo. La larga protesta contra la ley Sinde demostró las posibilidades de las redes sociales. El crecimiento de usuarios, la popularización de internet en los móviles, la incorporación de políticos apurados por la campaña electoral y de directores de diarios convencidos de la necesidad de ampliar su poder editorial muestra que la conversación de la red se oye cada vez más.

Los ciudadanos buscan espacios y herramientas para ser escuchados frente a un sistema político sordo y lento en su cadencia electoral. Demandan democracia instantánea y accesible, como el consumo digital. Sólo falta que la noticia deje de ser el uso de las herramientas en lugar de los contenidos, la influencia y representación de sus seguidores para medir el auténtico valor político del trending topic.

El nudo gordiano de la política económica

starElblogsalmon
11 de abril de 2011 08:33
by Marco Antonio Moreno

El nudo gordiano de la política económica

¿Qué es lo que tiene empantanada a la economía y le hace imposible levantar cabeza? En esta charla de 12 minutos el catedrático de Cepade Julián Pavon explica el nudo gordiano de la política económica, parte importante del problema económico que atraviesan algunos de los países europeos. La charla se llama "Muerte y resurrección de Keynes", dado que algunos piensan que las ideas del economista John Maynard Keynes resucitaron con la crisis iniciada en 2008, algo que da cuenta del total desconocimiento que hay sobre la economía en general y sobre las ideas de Keynes en particular dado que la totalidad de ideas keynesianas fueron exterminadas a mediados de los años 70, sin contar con el hecho de que la principal de ellas, el bancor o moneda única para las transacciones internacionales, nunca vio la luz dado que la hegemonía estadounidense impuso al dólar como divisa internacional.

Como explica Julián Pavón, la economía keynesiana fue exterminada por la crisis petrolera de 1973, dado que esta crisis sumergió al mundo en un problema que no podía resolverse con el modelo keynesiano de la demanda. La crisis de 1973-1974, considerada una de las tres grandes crisis del siglo XX (junto a la de 1929 y la de 2008) estuvo impulsada por el aumento de los costes, algo que en la época de Keynes (murió en 1946) era inimaginable dado que los costes siempre iban a la baja por la innovación tecnológica, los nuevos descubrimientos y los progresos productivos.

Con la crisis petrolera la tendencia creciente a la reducción de costes sufrió un quiebre. Hasta entonces, la idea de infinitud formaba parte del sentido común y el concepto de escasez podía ser contrastado con la tendencia a la innovación permanente que permitía multiplicar la producción y obtener 100 de donde antes se obtenían 10. Por algo fue la época del derrumbe malthusiano dado que la producción de alimentos podía superar a la población. Esa época de abierto optimismo marcó los 30 años dorados de la economía, signados por un devenir humano altamente optimista. Keynes, incluso, imaginó que para el año 2030 bastaría con una jornada laboral de tres horas al día, dado que gran parte de los problemas estarían resueltos y las personas dispondrían de abundante tiempo para el ocio creativo. Como señala Robert Skidelsky: "Keynes subestimó el apetito por la opulencia que caracterizó al mundo desde los años 80"

Keynes murió en 1946, diez años antes de que el geofísico Marion King Hubert provocara una revolución mundial con su investigación sobre las reservas de petróleo. Hasta entonces, y por la vía de la infinitud, se pensaba que el petróleo duraría indefinidamente, y que, según la tendencia en otros ámbitos, sería muy fácil desarrollar energías alternativas sustitutas al petróleo. Sin embargo, la crisis petrolera iniciada en 1973 puso al mundo frente a frente al anunciado pico de Hubert y desde entonces todo ha sido discutir si el petróleo durará para siempre o no, pero nada concreto se ha hecho a nivel global para enfrentar seriamente el tema.

La charla de Julián Pavón nos habla de la muerte de las ideas de Keynes y de su aparente "resurrección" producto de la crisis iniciada el año 2008. A Keynes se le considera el padre de la macroeconomía moderna por incorporar los conceptos de las Cuentas Nacionales en el equilibrio económico de los países. A raíz de la Gran Depresión iniciada en 1929, Keynes estableció el concepto de la Demanda Agregada como la carta de navegación de la política económica. Su clásica fórmula ejemplifica la visión macroeconomía:

DA = C + I + G + (X-M)

Donde DA es la Demanda Agregada; C el Consumo Privado; I la inversión privada; G el Gasto Público; y X-M el saldo de la balanza comercial. Como explica Pavón, esta fórmula permitía combatir dos problemas centrales de la Economia: el desempleo y la inflación. Dos problemas que podían repercutir en crisis económicas y a los cuales había que enfrentar con decisión política dado que el mercado por sí solo no era capaz de responder o, en su defecto, podía tardar un largo tiempo. De ahí viene la frase keynesiana: en el largo plazo, todos muertos, para referirse a la inminencia de políticas económicas al eje del problema. De esta forma, si el problema era el desempleo, el gobierno podía incentivar el consumo para crear más empleo a través del aumento del gasto público, de la disminución de la tasa de interés y de la reducción de los impuestos. Si, por el contrario, el problema era la inflación, había que aplicar las políticas opuestas: aumentar los impuestos, subir la tasa de interés y disminuir el gasto publico para evitar un incremento de los precios. Para la experiencia de la época, la tendencia inherente del mercado era hacia el desempleo o hacia la inflación. Si una de estas dos fuerzas presionaba hacia una ruptura del equilibrio había que rearticular políticas para volver a él.

Las ideas de Keynes funcionaron 30 años después de su muerte, marcando las tres décadas de oro de la economía mundial. Sin embargo, tras la crisis petrolera tuvieron un violento final dado que su modelo no daba respuesta a una crisis producto de una elevación de costes. A partir de ese momento, la receta keynesiana estándar desapareció dado que el aumento de los precios no era provocado por el clásico "tirón de demanda", sino que era producto de un aumento de los costes y de la instauración de un cártel: el cártel petroleo de la OPEP. Hasta antes de ésto, la regla indicaba que los precios aumentaban por un aumento de la demanda, y que este aumento podía ser absorbido por la disminución de los costes. El optimismo en la innovación tecnológica y la idea de que los recursos podían extenderse al infinito es el telón de fondo del modelo keynesiano.

La crisis de 1973 fue un choque con la realidad y puso al mundo frente a frente al pico de Hubert, es decir, a la idea de que el petróleo es un recurso finito que no tiene fáciles sustitutos. Durante 150 años el petróleo había brotado casi en la superficie y a un coste bajísimo. En 1973 esta historia cambió. Y como las herramientas keynesianas estaban diseñadas para impulsar la Demanda Agregada, nada podían hacer frente a un problema de Oferta. Por eso que a mediados de los años 70 el modelo keynesiano fue reemplazado por el que tenían bajo la manga los teóricos de la oferta encabezados por Milton Friedman. La teoría de la oferta estaba centrada en la microeconomía y sostenía que el equilibrio macroeconómico se conseguía con el equilibrio simultáneo de las empresas. Por eso el giro fue dar más libertad al mercado, con las ideas que más tarde fueron adoptadas por el Consenso de Washington: privatizaciones, desregulación de mercados y control de precios via política monetaria.

Con el paulatino proceso de las privatizaciones los Estados fueron mermando su capacidad productiva hasta llegar a cero. Con el progresivo desmantelamiento de los mecanismos reguladores la economía comenzó a deslizarse por un piso quebradizo hasta que este colapsó. Y así como los gobiernos no tienen ninguna capacidad real para generar empleo (algo que ha sido demostrado en estos últimos dos años, Estados Unidos apenas creó 400.000 empleos temporales para un Censo, durante dos meses), tampoco la improvisada regulación podrá restaurar lo que se destruyó a lo largo de treinta años. La economía mundial depara muchas sorpresas que, como ironía del destino, también cruzan una crisis petrolera: la actual crisis petrolera que tiene al barril sobre los 120 dólares y que puede ser un aliciente para adoptar la divisa global al estilo del Bancor de Keynes. Tal vez ahí podríamos hablar de la "resurrección" del economista británico.

En El Blog Salmón | Economistas notables: John Maynard Keynes






viernes, 8 de abril de 2011

No es por joder


No es por joder

La manifa ni-ni de los angry young españoles, frustrados porque Papá-Estado no les soluciona la vida pone de manifiesto dos evidencias, a cual más paradójica: 

1) La juventud occidental que, desde el 68 a esta parte, iba a poner patas arriba el mundo, salvar las ballenas y parar las guerras ha resultado ser el paradigma de la frustración: pide teta de la ubre estatal. Vaya, vaya. Quienes anunciaban la revolución para "un mundo cansado y con canas" (Serrat dixit) corren a esconderse en el búnker de los pusilánimes o en el manifestódromo de las señoras bien del PP. Quienes prometían dar la vuelta a la sociedad, se evaden con una manifestación ni-ni (ni chicha ni limoná) en lugar de ir a las barricadas que es lo que toda juventud digna de ese nombre debe hacer. O se da al botellón, como hace un siglo ahogaban sus penas los obreros irredentos en la taberna, los sábados por la noche.

2) No se me retiren, que los jóvenes no son sino las víctimas. Salidos de ese West Point de la deseducación que son las LOES de los últimos 20 años, amamantados por esa hiena con piel de benefactora que es el Estado-del-bienestar, los chicos ni-ni sólo tienen una pequeña parte de culpa. Los informes de la OCDE sobre educación no son tanto un fracaso de estos jóvenes maulas como un suspenso de padres, profesores y gobernantes.

Quienes les hemos hecho cabestros o consumistas –carne de cañón del sistema– somos nosotros. Nada más letal para los jóvenes que el proteccionismo... nada más estimulante que la exigencia. Nosotros y unos gobernantes que, a golpe de reírles las gracias y de subsidio, han alumbrado una generación de peterpanes. Hasta que los graneros se han quedado vacíos.

El intervencionismo siempre es contraproducente. No es por joder, como dice Leguina, pero ¿por qué los gobernantes se empeñarán siempre en salvar nuestras vidas y esquilmar de paso nuestros bolsillos?